Buenas prácticas para el cuidado de la voz y la prevención de trastornos asociados a su uso profesional

Se pueden encontrar muchas actividades laborales que involucran la comunicación oral y es un componente importante en numerosos puestos de trabajo. Desde el punto de vista del trabajador y también de responsables de actividad preventiva o de puestos de responsabilidad, es importante saber que existen determinadas acciones que pueden ayudar al mejor desempeño de esta función. Estos temas se desarrollan a lo largo de este artículo.

Sensibilización respecto a la función del habla

Pocas funciones que se realizan habitualmente requieren una coordinación de tantos órganos y funciones corporales como es el hablar. Hablar supone emitir sonidos, algunos de ellos de una complejidad elevada. Es una de las funciones cuyo desarrollo en la infancia cuesta más de evolucionar. Desde la emisión de los primeros sonidos hasta poder pronunciar correctamente las palabras transcurren varios años.

Esta introducción quiere reflejar que pese a que con los años nos hemos acostumbrado a hablar, esto no es tan evidente y sencillo y para la persona supone un aprendizaje importante y no es una función en absoluto trivial, más bien todo lo contrario. Por ejemplo, en el aprendizaje de un idioma, pronunciar correctamente todos los sonidos o fonos, se convierte en algo prácticamente imposible. Así, por ejemplo, para los sonidos consonánticos de acuerdo con el punto de articulación podemos encontrar: labiales, labiodentales, coronales, interdentales, dentales, alveolares, postalveolares, retroflejas, palatales, velares, uvulares, faríngeas y glotales. Combinar todos, o parte de ellos, y vocalizar correctamente comporta un nivel elevado de coordinación de gran variedad de partes del cuerpo.

Por último, otra consideración importante respecto a la importancia de sensibilizar en la mejora de condiciones respecto a esta función es valorar el elevado grado de incapacidad que supone el perder o ver reducida la capacidad de hablar.

La audición es otra función importante ligada a la comunicación oral. Así pues, desarrollar una tarea con un componente importante de uso de la voz requiere de un cuidado importante dado que una limitación relacionada con el habla se asocia a una incapacidad para hablar, en muchos casos por periodos de tiempo muy largos.

Por otro lado, con esta función cuidada la facilidad para ejecutarla supone un mejor desempeño de otros aspectos de la comunicación que redundan en un mejor desempeño en un nivel más general.

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Preparación antes de hablar

Cualquier ejercicio o actividad física es recomendable iniciarla con una preparación previa que active adecuadamente las funciones usadas. Como se ha comentado, el habla involucra numerosas partes del organismo, algunas bastante activamente.

En este apartado se destaca la importancia de cierta preparación física. No es conveniente empezar ninguna actividad con componente físico con cierta intensidad sin un nivel de calentamiento previo.

Si se asume que buena parte del tronco superior interviene para hablar, eso implica un cierto tono muscular dispuesto, con estiramientos adecuados y una preparación mínima necesaria.

A lo largo de la jornada puede haber tendencia a adoptar malas posturas que no benefician ese ejercicio y de forma imperceptible pero incuestionable dificultan ese componente de la actividad laboral.

Durante la actividad, las pausas o descansos programados pueden incluir alguna técnica específica atendiendo a los esfuerzos realizados.

Sensibilización hacia la higiene postural

Una buena postura, en la que no se fuerce ninguna parte, contribuye a facilitar la emisión de sonidos y evidentemente a una buena pauta respiratoria. Por tanto, mantener el tronco recto y vertical es la forma en la que se disponga de la mejor manera posible el organismo en lo que a la emisión de sonidos se refiere.

Preparación de la voz

Otro aspecto es la preparación de la voz. La parte de la garganta y de los tejidos directamente implicados en la emisión de palabras también con una preparación previa van a sufrir menos el esfuerzo que supone tener que hablar de forma constante. Una vez más, es un aspecto que requiere de una práctica previa y tener aprendida una técnica básica. Existen profesionales que pueden incidir en unas óptimas condiciones de preparación, pero para llegar a un nivel básico igualmente hay recursos en la red que serán de utilidad.

La respiración

Respirar es un componente muy importante dentro del mecanismo del habla. Las técnicas de respiración no son triviales y suponen un aprendizaje largo y laborioso. También siendo conscientes de la importancia que tiene, vale la pena adquirir buenos hábitos relacionados con la respiración. En este punto también los vídeos que se pueden encontrar en numerosas redes sociales serán de mucha utilidad y siempre se pueden seleccionar aquellos que mejor se adapten a cada persona y situación, nivel de necesidad, etc.

El proceso de comunicación oral siempre es simultáneo con otras tareas o desempeños. Así, por tanto, la práctica y buen aprendizaje conseguirán interiorizar buenas pautas y que de forma espontánea se haga correctamente. Es un planteamiento de mejora activa de las condiciones para hablar, que se ejecute sin reparar en el mismo.

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La calidad del aire interior

Unas condiciones óptimas de calidad de aire son necesarias para mantener la función oral en buen estado. Es un aspecto en el que se puede intervenir considerando estos puntos:

  • Determinados contaminantes irritan o dañan especialmente todos los órganos involucrados en el habla. Es muy posible que la actividad suponga la generación de partículas o vapores. Las pizarras, por ejemplo, han generado elevados niveles de partículas cuando han sido de tiza, pero también las alternativas pueden implicar disolventes en la tinta, o de los productos usados para la limpieza de la pizarra etc.
  • La humedad relativa adecuada supone un ambiente que no reseque boca y garganta. Una humedad excesiva también está relacionada con la posibilidad de aparición de contaminación biológica, hongos, o bacterias que lleguen a colonizar esa parte crítica porque al hablar va a quedar más expuesta.
  • El acondicionamiento térmico es importante considerarlo. Flujos de aire acondicionado para climatizar, incidiendo más o menos directamente sobre las personas que hablan, van a secar mucho todo el organismo del habla y una vez más va a quedar deteriorado y va a perder capacidad.
  • Un aire viciado y empobrecido en oxígeno supone una dificultad en el proceso respiratorio.
  • Los alérgenos que pueden afectar la voz son principalmente aquellos que irritan las vías respiratorias y las cuerdas vocales. Algunos de los más comunes incluyen pólenes de árboles, que pueden causar rinitis alérgica, lo que provoca congestión nasal, secreción y dificultad para respirar por la nariz. Esto puede llevar a la irritación de la garganta y de las cuerdas.

Se puede ampliar la información sobre este aspecto aquí:
https://prevencion.asepeyo.es/campanas-prevencion/calidad-de-aire-interior-un-soplo-de-aire-fresco-en-la-empresa/

Condiciones acústicas

Un nivel elevado de ruido condiciona la manera de hablar y supone un esfuerzo adicional que puede ser importante. Mantener el entorno de la persona que habla en niveles bajos de ruido y reverberación es fundamental.

Concienciar a todos los ocupantes de recintos en los que se trabaja hablando para que se controlen los volúmenes a los que se habla es imprescindible y, una vez más, aspecto a tener siempre presente. Hay que aislar acústicamente esos espacios para que ruidos externos no interfieran el trabajo.

Reducir la reverberación de los espacios

Un entorno mal acondicionado y en el que el ruido permanece porque las ondas acústicas no son absorbidas, genera una inteligibilidad escasa y se traduce en el que cuesta hacerse entender. Dotar a las paredes y techos de elementos de absorción acústica mejora esa inteligibilidad y, por tanto, el hacerse entender deja de depender del tipo de recinto; es un aspecto subsanable.

Puedes encontrar más información en: https://prevencion.asepeyo.es/documento/que-es-la-reverberacion-la-importancia-de-hacerse-entender-guia-de-elementos-estructurales/

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Realización de ejercicios de resistencia en el agua

También denominada de tracto vocal semiocluido, es una técnica que ha acreditado utilidad para acondicionar el mecanismo vocal. Hacerlos correctamente no es complejo, y no requieren una preparación excesiva. Sí que es importante tener en cuenta una serie de puntos para que esta técnica no se haga de forma incorrecta.

A diferencia de algunas técnicas más complejas, esta es una práctica accesible para cualquier trabajador y no requiere un entrenamiento vocal elaborado. Se enfoca a la relajación y a fortalecer los músculos vocales y lo convierte en una opción bastante popular para mejorar la voz sin llegar a métodos más costosos o complejos.

Los puntos a tener en cuenta son:

  • Longitud del tubo: 35 cm
  • Diámetro del tubo : 10 -12mm
  • Material del tubo: Silicona
  • Botella de agua utilizada de 0,5 l
  • Nivel de llenado de la botella. ¾ partes
  • Longitud del tubo que se introduce en la botella

La metodología es la siguiente:

En posición de pie, la persona ha de sujetar el tubo de silicona dentro de una botella con unos 3-4 cm dentro del agua. Mantendrá la botella cerca del cuerpo relajando hombros, cuello. La inspiración debe ser nasal y luego se indica que sople a través del tubo. Los labios rodean bien el tubo, sin morderlo. Ha de dejar la lengua relajada. De forma suave debe soplar a través del tubo haciendo burbujas. Los músculos abdominales fuerzan para expulsar el aire.

Se indica realizar un sonido repetido /u/ largo o corto buscando su estabilidad. Luego puede realizar sirenas al resbalar del grave al agudo o viceversa y cantar melodías. Variará ligeramente la profundidad de inmersión del tubo para que se noten distintas presiones al soplar. Se termina el ejercicio sacando el tubo del agua y repitiendo el sonido /u/ para encontrar la nueva forma de hacer sonido.

La técnica citada ha acreditado validez en diferentes aspectos relacionadas con el uso de la voz:

  • Preventivas, para desarrollar conductas vocales saludables o evitar que reaparezcan problemas de salud ya resueltos.
  • Terapéuticas, como complemento a otras técnicas de rehabilitación vocal.
  • Como calentamiento vocal.
  • Como relajación vocal.
  • Para mejorar el equilibrio fonatorio y la colocación de la voz.

Comercialmente el equipamiento y la metodología recibe el nombre de LAX VOX. Acerca de esta técnica existe numerosa bibliografía que acredita la efectividad.

 

Masajes adecuados para la recuperación

Se ha demostrado que hay algunos masajes que ayudan a la recuperación tras un periodo de esfuerzo hablando. Hay que tener en cuenta que la laringe está soportada por músculos y estos en estado de rigidez o fatiga no permiten trabajar correctamente el sistema. Una vez más puede ser muy útil contar con vídeos específicos que muestran prácticas sencillas que inciden en trabajar este punto. El buscador de youtube genera diferentes respuestas entre las que se puede encontrar el material más adecuado.

En resumen…

  • Sé consciente de cómo funciona tu voz: Hablar es complejo. Cuida tu voz para evitar problemas a largo plazo.
  • Prepárate antes de hablar: Haz estiramientos y calentamientos, al igual que lo harías antes de un entrenamiento. ¡Cuida tu postura!
  • Respira: Aprende técnicas de respiración adecuadas para apoyar tu voz.
  • Vigila la calidad del aire: El aire limpio y húmedo es bueno para tu voz. ¡Evita los contaminantes, alérgenos y el aire seco!
  • Mantén el ruido bajo: El ruido puede dañar tu voz. ¡Habla en voz baja y procura que el espacio de trabajo sea tranquilo!
  • Prueba los ejercicios de resistencia en el agua: Esta técnica fácil puede ayudar a mejorar tu voz.
  • Date un masaje: Masajea los músculos de tu laringe para ayudar a la recuperación.

Documentos y vídeos de consulta